Sobrevivientes del COVID comparten su historia frente a las secuelas que deja esta enfermedad

Santiago de Cali, febrero 17 de 2021. Los pacientes que logran sobrevivir al Coronavirus, enfrentan otro drama: El síndrome pos-COVID. Es decir, las muchas secuelas que deja este virus arrasador y que pone a prueba a estos valientes cuando regresan a sus hogares para lograr su recuperación.
Así lo cuentan los sobrevivientes de esta enfermedad. Cada caso es considerado por ellos como un milagro de Dios, y no es para menos, estuvieron en el filo entre la vida y la muerte, un paso que muchos superan, pero otros contagiados no lo han logrado.
Carolina Perafán es médica prioritaria, hoy se recupera con terapias, después de que el virus le cambiara su vida y le quitara a su progenitora. “El 25 de diciembre mi mamá murió por COVID, mis hermanas requirieron hospitalizaciones. Yo presenté neumonía y complicaciones trombóticas derivadas del COVID, requerí manejo en UCI y estuve a punto de perder el brazo derecho. Gracias a la labor médica se pudo salvar, aunque se debió amputar parte de mi quinto dedo”, recuerda la profesional de la medicina.
Cuenta que por todo lo que le tocó vivir durante el tiempo en que estuvo en cuidados intensivos, avanza en una recuperación lenta. “Por la afectación respiratoria, física, mental y del brazo, me encuentro en el proceso de recuperación con el fin de volver a ser una persona funcional y para seguir ejerciendo la medicina”, dice Carolina.
Mario Galvis, reconocido periodista de la región es otro de los sobrevivientes. “Estuve doce días intubado en la clínica Desa de la Nueva EPS. Ahora estoy en un proceso de recuperación, pero las secuelas que me quedaron son en la parte de movilidad y en la parte de respiración. Ya estoy superando esto con las terapias”.
Mercedes Hurtado Reina, una docente de Cali, de 70 años, cuyo diagnóstico, mientras estuvo en UCI en junio de 2020, era de ‘posible fallecimiento’, logró ganarle la batalla al COVID. “Me intubaron, inicialmente quedé sin voz, sin poder caminar, pero con las oraciones de mi familia y amigos, la misericordia del Señor que los escuchó, volví a caminar, a hablar y soy un testimonio de vida”.
Sus testimonios son corroborados por la infectóloga de la Secretaría Departamental de Salud, Isabel Cristina Hurtado, integrante del Comité de Expertos en Salud (COPESA), liderado por la Gobernación del Valle.
“En los pacientes más graves, los que requirieron hospitalización en unidad de cuidado intensivo, el COVID puede dañar los pulmones y producir fibrosis pulmonar a largo plazo. Es decir que daña las partecitas por donde uno respira, entonces puede tener problemas respiratorios a largo plazo, pero también puede dañar el corazón y llevar a largo plazo una falla cardiaca. Y según la gravedad del paciente puede dañar los riñones, el hígado”, refiere la infectóloga.
La experta, también indicó que quienes estuvieron mucho tiempo hospitalizados sufren desacondicionamiento, no pueden caminar bien y requieren terapia. Así mismo, algunos padecen problemas cognitivos y pérdida de cabello.
Los testimonios de estos sobrevivientes afirman la cultura del autocuidado, que la gobernadora Clara Luz Roldán y su equipo de Salud han insistido son necesarios aun cuando reciban la vacuna contra el COVID-19. La presencia del virus depende del compromiso de los ciudadanos con las medidas de bioseguridad.
Deyanira Castro
Periodista Gobernación del Valle