“Salvamos el Hospital Universitario del Valle de la liquidación, ingresa a Ley 550”, Gobernadora
Santiago de Cali, octubre 26 de 2016. La Gobernadora Dilian Francisca Toro Torres anunció a los vallecaucanos, en alocución televisada, la notificación de la Superintendencia Nacional de Salud, que autorizó el ingreso del Hospital Universitario del Valle ‘Evaristo García’ a Ley 550 y la implementación de un plan de ajuste aprobado esta noche en junta directiva del hospital, decisiones que alejan al fantasma de la liquidación de la principal casa de salud de la región.
Recordó la Gobernadora que desde el comienzo de su mandato asumió el compromiso de resolver uno de los principales problemas del Valle del Cauca: La agonía del hospital departamental.
“Encontramos un hospital con un déficit de más de 280.000 millones de pesos, con una calificación de alto riesgo del Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud, pero lo más preocupante con los servicios de alta complejidad casi que suspendidos. Unidades como las de traumas y emergencias funcionando en un 5 por ciento, el área de neurocirugía al 20 por ciento y qué decir de la Unidad de Hemato-oncología, que prácticamente fue cerrada, dejando a los niños con cáncer del Valle y los tres departamentos vecinos sin la atención requerida”, dijo la gobernadora Dilian Francisca Toro.
Aunque la liquidación era la vía más rápida para resolver la crisis del HUV, conocida no solo en la región sino al interior del Gobierno nacional, la apuesta de la Gobernadora del Valle fue buscar una solución debido al alto costo social que tendría que asumir la región, que además sufriría las consecuencias de la desestabilización de la red pública hospitalaria.
“En compañía de un equipo de expertos decidimos salvar el Hospital Universitario de la liquidación y acogernos a la Ley 550, que establece un riguroso plan de ajuste que nos permitirá estabilizar financiera y administrativamente el hospital y, lo más importante, garantizar la atención en salud de manera oportuna y con calidad a todos nuestros usuarios”, dijo la mandataria.
En diez meses de trabajo sin descanso en busca de esa fórmula salvadora se descubrieron y denunciaron ante la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría hechos como el hallazgo de 14 cajas con facturas sin cobrar por más de 10.000 millones de pesos que nunca ingresaron a las arcas del hospital y el fraude en el supuesto proceso de selección de gerente, cuando fue suplantada una universidad para hacer creer que se encargaría de escogerlo.
En este proceso también se firmó un Plan de Desempeño con la casa de salud, lo que le permitió a la Gobernación realizar un aporte de 20.000 millones de pesos para pago de salarios y primas atrasadas con los trabajadores de planta, así como subsanar la deuda con los vinculados a través de agremiaciones. Hoy la nómina se encuentra al día.
Señaló la Gobernadora del Valle que a partir de ahora, la tarea es enorme y el reto sin posibilidad de error. “El Hospital Universitario del Valle se encamina en un nuevo ejercicio que exigirá la reducción de costos y gastos para prestar sin ninguna dificultad sus servicios en el nivel tres de complejidad y generar un ahorro para poder pagarles a los acreedores”, agregó.
Se cuenta con siete años para cumplir a cabalidad con las metas financieras para garantizar su funcionamiento y generar los ahorros que permitan honrar las deudas con 700 acreedores.
A la par de cumplir los requisitos exigidos por la Superintendencia de Salud para acceder a la Ley 550, fue necesario realizar una transformación estructural que le permitirá al hospital contar con el personal y los insumos necesarios para atender especialmente los casos más complejos de salud. “En esta reingeniería suspendimos 61 encargos, muchos sin justificación y que superaban los 20 años trasgrediendo toda norma; eliminamos de manera definitiva 400 cargos que estaban vacantes, y logramos salvar 1.352 empleos evitando la desvinculación de más trabajadores y sus familias, como hubiera ocurrido de continuar con la misma dinámica de desorden”, dijo la mandataria.
“Y a pesar de que estas decisiones no son fáciles, es mi deber y una prioridad no sólo como gobernante sino también como médica, preservar la vida de los usuarios que reclaman atención. Por eso, contamos con la consultas previas y los avales del Ministerio de salud, la Superintendencia Financiera, el Ministerio de Trabajo y la Comisión del Servicio Civil, ofreciendo por supuesto todas las garantías de Ley”, puntualizó.
La Gobernadora del Valle explicó que el costo más representativo del hospital han sido sus salarios y el elevado factor prestacional que estos representan. De 11.000 millones de pesos facturados cada mes por servicios prestados, 8.000 millones se destinan exclusivamente al pago de nómina, dejando al hospital casi sin recursos para compra de insumos y funcionamiento. “De allí la importancia de hacer una cirugía de alta complejidad para salvarle la vida al centro asistencial”, dijo.
Para la mandataria seccional, de esta manera se ha logrado recuperar la credibilidad y confianza del Gobierno Nacional, del sector salud y de los usuarios que, desde ahora, contarán nuevamente con uno de los más prestigiosos hospitales del país. “Tenemos todo para ser ejemplo internacional: 400 camas dispuestas, cuatro quirófanos en el área de urgencias, unidades de obstetricia de alto riesgo, cuidados intensivos, banco de leche, radioterapia, los profesionales más competentes y mucho más”, insistió.
“Es mi anhelo como Gobernadora que esta nueva era del Hospital Universitario del Valle se fortalezcan los cimientos de una institución que desde hace 60 años ha sido estandarte y pieza clave del desarrollo de nuestro departamento. Ahora más que nunca sus puerta estarán abiertas para atender a todos sus usuarios, con o sin EPS, los pacientes encontrarán los mejores servicios, tecnología de punta y los más grandes especialistas dispuestos a brindar la mejor atención”, concluyó la mandataria, quien hizo un llamado a la cordura a quienes verán sus intereses particulares afectados por las determinaciones e invitó a los vallecaucanos a trabajar unidos con el corazón en una causa que significa más que un derecho fundamental: La vida.