En Colombia se debe desmitificar y no satanizar el tema del lobby, aseguran participantes en Foro Internacional de Transparencia

• Los expositores manifestaron inquietud por la forma, como según explicaron, se ha entendido mal el trabajo que se realiza de cara a sacar adelante la agenda de iniciativas de alcance local, regional y nacional, que en su mayoría, procuran el bien común.

Santiago de Cali, noviembre 11 de 2021.-  El lobby en Colombia, además de ser regulado con el apoyo del Congreso de la República, debe convertirse en un mecanismo para fortalecer la transparencia y sacar adelante la agenda pública de las regiones.

El planteamiento lo hizo la directora de Propacífico, María Isabel Ulloa, quien, junto con Olga Lucía Lozano, ex viceministra de Comercio Exterior y especialista en legislación financiera y Luis Humberto Ustariz, especialista en Banca y Finanzas, mercado de capitales y seguros, intervinieron durante la segunda jornada del Foro Internacional  “El lobby como mecanismo anticorrupción en un Estado Abierto”, organizado por la Oficina para la Transparencia de la Gestión Pública y la Pontificia Universidad Javeriana de Cali.

Desmitificar el concepto negativo del lobby

Los panelistas coincidieron en la necesidad de desmitificar el concepto, ya que se ha interpretado en el imaginario popular como un mecanismo para favorecer intereses particulares, y no como la herramienta que busca tener y generar acceso a la información.

La exviceministra, Olga Lucía Lozano, consideró necesario regular el cabildeo o lobby con el propósito de que, desde las regiones y lo local, se pueda promover y sacar adelante iniciativas de bien común. Recordó, por ejemplo, que en el caso del comercio exterior el lobby es esencial y permite desarrollar temas de trascendencia como Tratados de Libre Comercio.

Procurar una participación amplia en las decisiones del Estado

El especialista, Luis Humberto Ustariz, precisó que el cabildeo tiene un papel protagónico con el propósito de aprovechar la influencia de los actores para velar y defender los derechos de los usuarios, escuchar a la sociedad y constituirse en una plataforma que se convierta en vocera ante las entidades gubernamentales. Citó el caso específico de los Estados Unidos y Canadá donde el hacer lobby está debidamente regulado.

Los tres ponentes estuvieron de acuerdo en asegurar que el tema se debe enseñar en las universidades y, particularmente, desde el ámbito académico, enfatizar en el ejercicio del cabildeo con fundamentos éticos.

“Hay que quitar la satanización en el sentido de que, defender los intereses de una empresa o un gremio, es algo negativo”, precisó la ex viceministra de Comercio Exterior. Dijo que, en ese orden de ideas, se debe escuchar en instancias de gobierno, tanto al productor como al usuario, con el fin de que, desde el Estado, se puedan tomar mejores decisiones. “Lo que se busca es que, con la amplia participación, se tomen mejores decisiones a favor de todos los colombianos”, indicó.

No hay agendas secretas

Luis Humberto Ustariz, aludió al polémico tema del 4 por mil, en el que las entidades bancarias han debido hacer cabildeo o lobby, asunto que es válido porque debe ser objeto de análisis. Las gestiones que se hagan y las conclusiones a las que se llegue en estas reuniones deben serde conocimiento público. “Esta es una forma de ir de frente al país, de hacer más transparente la información”, enfatizó.

María Isabel Ulloa dijo que el sector privado tiene derecho a procurar incidir en defensa de los intereses que le asisten. Lo malo, expresó, es que los servidores públicos tomen decisiones que los favorezcan como sector privado, a partir de sobornos. “Hay que abrir espacios para escuchar las inquietudes de todos los sectores. Por eso, es importante que se regule y se fortalezca debidamente el ejercicio del lobby”, argumentó la presidente de Propacífico.

Regulación del lobby en Colombia

La polémica alrededor del lobby o cabildeo que se realiza en Colombia, particularmente por parte del sector privado, se origina porque hay quienes consideran que se ejerce presión sobre el gobierno, especialmente en lo relativo a las decisiones políticas y económicas. Este caso es singular para varios países latinoamericanos, porque ya en Europa y otras naciones, se trata de una práctica regulada que abre espacio para que diversos actores tengan voz y puedan tener incidencia en la toma de decisiones.

En el caso colombiano, desde el 2004-2018 se han presentado al Congreso varios proyectos de ley para regular esta actividad. El común denominador es que no han hecho tránsito hasta su aprobación. Actualmente el asunto ha sido nuevamente reavivado, pidiendo a la rama legislativa que regule el lobby y evitar que se siga constituyendo en un estigma para quienes lo hacen, poniendo un manto de duda sobre sus actividades.

Texto y publicación web: Fernando Alexis Jiménez

Fotografía: Martha Cortés Buitrago

Equipo de Comunicaciones – Oficina para la Transparencia