Asociación de Mujeres Afrocolombianas, en la lucha por el orgullo afro
Santiago de Cali, 22 de abril de 2016. Ese tejido que en la cabellera de los ancestros señaló el camino a la libertad y sirvió para guardar las semillas que alimentaron a sus familias, se convirtió en la estrategia pedagógica de la profesora Emilia Eneyda Valencia en la cruzada que emprendió para fortalecer la identidad cultural de las comunidades negras, raizales y palenqueras.
De esta idea, hace 20 años, nació la Asociación de Mujeres Afrocolombianas (Amafrocol), que busca contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las negritudes mediante proyectos comunitarios y actividades con enfoque étnico, cultural y de género. Uno de ellos es ‘Tejiendo esperanzas’, del cual surgió el Encuentro de Peinadoras y Concurso de Peinados Afro, que en 11 versiones ha reunido a cientos de mujeres de todo el país y el exterior.
La Gobernación del Valle del Cauca, a través de la Secretaría de Mujer, Equidad de Género y Diversidad Sexual, reconoció está iniciativa y otorgó a Amafrocol el Galardón de la Mujer Vallecaucana, en la Categoría Cultural.
"Los eventos organizados demuestran una visión diversa de la cultura al promover las prácticas ancestrales del Pacífico. Crea también unas nuevas formas de relacionamiento, en paz y armonía, entre las vallecaucanas y vallecaucanos”, consideró el jurado sobre esta tarea.
Para la docente, investigadora y gestora cultural se trata de un premio a la dedicación de años en temas culturales, pero sobre todo en el empoderamiento sociopolítico de la mujer y en la socialización de la Ley 1257 sobre no violencia contra las mujeres.
"Pienso que este reconocimiento nos posiciona y permite que la institucionalidad nos reconozca y nos tenga en cuenta a la hora de formular acciones y propuestas entorno a la mujer. Que nos apoyen con recursos”, indicó Emilia Eneyda.
En la década de los 80, cuando llegó a Cali desde su natal Andagoya, en Chocó, fue el trenzado el medio para subsistir y la excusa para sensibilizar a las mujeres, reforzar su autoestima y destacar la belleza y el orgullo de su raza. En la actualidad este esfuerzo ha derivado en la creación de unidades productivas en artículos para el cabello.
“Vemos que las mujeres, especialmente las jóvenes, han optado por liberarse de la alisadora han renunciado a la plancha. Es uno de nuestros logros a los que se suman las unidades productivas y las redes de mujeres, aunque quedan barreras por superar como las exigencias para llevar el cabello peinado de cierta manera a la hora de conseguir empleo”, concluyó la profesora Valencia.
La Asociación cuenta con 25 mujeres y cinco hombres decididos a trabajar por la identidad afro.