En-Claves de Paz. Boletin No. 9

Boletín No.9 En-Claves de Paz.
La firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP pretende, entre otras cosas, la transformación del campo colombiano en aras de garantizar el bienestar de la población rural. Es por ello que establece en su primer punto: ‘Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral (RRI)’, diferentes herramientas, como las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) y los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), con el objetivo de impulsar la economía campesina y, de esta manera, lograr que el campo sea más equitativo y sostenible. La RRI tiene como finalidad asegurar que toda la población, tanto rural como urbana, pueda acceder a los alimentos necesarios para su nutrición, cuestión que se desarrolla en el punto 1.3.4 del Acuerdo ‘Sistema para la garantía progresiva del derecho a la alimentación’. Lo anterior está estrechamente relacionado con los términos de seguridad alimentaria y soberanía alimentaria, temática que abordaremos en esta edición de ‘En-Claves de Paz’.
De acuerdo con la FAO (1996), la seguridad alimentaria es efectiva “cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana”. Para lograr esta seguridad se deben tomar medidas en torno a la distribución de la tierra, la elaboración de Planes de Ordenamiento Territorial, el acceso a recursos financieros, entre otros. Por otro lado, la soberanía alimentaria tiene que ver con el derecho de los pueblos a definir su política agraria y alimentaria, en donde se tiende a priorizar las economías locales y la sostenibilidad (La Vía Campesina, 2013). Ambos elementos son contemplados e impulsados por la RRI en la búsqueda por la transformación estructural del campo.
Desde la Gobernación del Valle del Cauca y la Secretaría de Paz Territorial y Reconciliación, se ha apoyado la seguridad alimentaria a través de la entrega de kits alimentarios, bonos canjeables y mercados, especialmente durante la coyuntura de la COVID-19; por ejemplo, de la mano del PNUD se lograron gestionar y entregar un total de 1.690 kits alimentarios y bonos. A su vez, en los meses de abril, mayo y junio se gestionó con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU la manutención de 84 familias en los municipios de Yumbo y Cali. Igualmente, en articulación entre el Gobierno nacional y la Gobernación del Valle, se entregaron 872 mercados a las víctimas del conflicto armado en 11 municipios del departamento.
En cuanto a la soberanía alimentaria, esta se ha trabajado a través del apoyo de la Gobernación del Valle y su Secretaría de Paz a proyectos productivos, mediante la implementación del componente de territorios productivos para la paz del Modelo de Gestión Territorial para la Paz, principalmente en municipios afectados por el conflicto armado. De igual manera, el Plan de Ordenamiento Territorial Departamental 2016-2037 contempla la propuesta de Territorios Prioritarios Para Políticas de Paz en donde se apuesta, entre otros, por la priorización de programas de producción e iniciativas productivas en dichos territorios. En este sentido, manifestamos nuestro compromiso con la población rural y urbana, garantizando su derecho a acceder a alimentos sanos, nutritivos y culturalmente adecuados; medidas con las que no avanzamos hacia un campo equitativo, productivo y sostenible, fundamental para la paz en nuestro Departamento.
ORLANDO RIASCOS OCAMPO
Secretario de Paz Territorial y Reconciliación
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