Con apoyo a campesinos se construye la paz en el Valle del Cauca

Mateguadua y La Unión son dos veredas de Florida, Valle, que hasta hace pocos años fueron escenario de una cruenta guerra. El tejido social roto, el desplazamiento y una economía en crisis es la herencia que quedó de esas confrontaciones en las que estuvieron el Ejército, las FARC y los grupos paramilitares.
Hoy en la zona se respira otro aire: por los acuerdos de paz los campesinos han regresado y viven sin la zozobra de la muerte.
Para incentivar y apoyar proyectos productivos, a esta región -enclavada en la cordillera central- llegaron delegados del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD- quienes de la mano con la Secretaría de Paz y Reconciliación del Valle diseñan el Modelo de Gestión Territorial para la Paz, una herramienta que ayudará en la implementación de los acuerdos de La Habana.
“Nos hemos reunidos con tres asociaciones de campesinos que cultivan mora, maracuyá, fresa y crían gallinas ponedoras. Los vamos a capacitar y fortalecer financieramente para que sus empresas se vuelvan competitivas y mejoren su calidad de vida”, aseguró Andrés Franco, delegado del PNUD.
Cerca de 200 familias, muchas de ellas encabezadas por mujeres, serán beneficiadas con este proyecto. Nubia Correa, presidenta de Asoavanzar, al expresar su alegría por el apoyo dijo que afianzar sus economías y lograr soberanía alimentaria son requisitos primordiales para que la paz sea una realidad.
Este proyecto es un plan piloto que se ejecuta en Palmira, Pradera y Florida, tres municipios fuertemente azotados por el conflicto armado. Diez asociaciones campesinas recibirán el apoyo de este programa enmarcado dentro de un convenio suscrito entre la gobernación del Valle del Cauca y el PNUD.
Redactó: Raúl Ramírez Tovar
Periodista PNUD